“¡Otra aplicación más!” estaréis pensando. “Además la comparáis con Whatsapp” añadís. Pues sí. Resulta difícil hablar de una aplicación de mensajería gratuita y no compararla con el rey de esta categoría. Telegram lleva ya un tiempo entre nosotros pero ha sido ahora cuando ha empezado a crecer con fuerza.
¿Por qué? Además del ruido mediático, hay que decir que la nueva actualización a la versión 2.0 viene con un montón de novedades bajo el brazo. Hoy en Xataka Android la analizamos a fondo. Un duro competidor para Whatsapp que además, tanto por dentro como por fuera, se parece en bastantes aspectos.
Dime, ¿qué es lo que te hace especial Telegram?
Cuando hablamos de aplicaciones de mensajería, antes de probarla revisamos los mensajes que nos anuncian sus creadores. Si son seguras, si nos permite hacer una cosa, la otra, o ninguna de ellas. Si se integra con otros servicios, si es compatible con más sistemas operativos…y, claro, si tiene emoticonos y pegatinas, que esto siempre es importante para decantarnos por ella, o no.
Ahora bien ¿qué tiene Telegram de especial para que nos fijemos en ella? Varias cosas, algunas de ellas bastante atractivas. Por un lado promete ser rápida, la más veloz dice. Lo cierto es que enviando mensajes es ágil, no tanto transfiriendo archivos con conexión de datos móvil. Luego hablaremos más en detalle de este apartado.
También es gratuita, sin publicidad y siempre, dicen, lo será. Perfecto para acabar con el drama de no querer pagar menos de un euro por la cuota de Whatsapp. Además, se sincroniza en la nube por lo que podemos usar Telegram desde más dispositivos: tablets Android o también iOS, si es que utilizamos alguno de éstos. De momento nada de cliente de escritorio para PC.
La seguridad también es una clave para Telegram. Emplean AES de 256 bit simétricos, RSA2048 y Diffie-Hellman para intercambio seguro de claves. Además, animan a la comunidad de hackers a desarmar su seguridad ofreciendo un precio de 200.000 dólares a aquel que de aquí al uno de marzo de este año logre hacerlo. Este apartado ha sido la asignatura pendiente para otras aplicaciones.
Una interfaz demasiado familiar
Buscamos, la aplicación en Google Play. La instalamos, la abrimos por primera vez y hacemos la verificación de nuestro número de móvil. El procedimiento ya habitual pero, según avanzamos vemos que la aplicación tiene un diseño que nos suena mucho. Un déjà vu que no es precisamente casual. Sí, se parece mucho a Whatsapp.
De aquí podemos sacar dos lecturas bastante diferentes. Por un lado la negativa: han decidido tirar por imitar la interfaz que ya había hecho Whatsapp y adaptarla ligeramente. La positiva: para la gente que decida cambiar la transición a esta nueva aplicación va resulta más fácil.
Misma distribución de iconos, las burbujas con los mensajes, esquemas parecidos… No es un calco como tal, hay pequeñas diferencias que suponen un avance respecto al rey de la mensajería. Por ejemplo, en la lista de contactos nos permite navegar por letras, en vez de mostrar todo en bruto.
En las conversaciones grupales, podemos ver los avatares de cada uno de los participantes al lado de cada mensaje. Quizá estoy muy acostumbrado a los chats tipo IRC pero tanta redundancia de avatares me parece cargante, creo que con los nombres en diferentes colores es más que suficiente.
Telegram también ha decidido optar por coger el pack de Emojis de iOS e incluirlo directamente en su apk, en vez de recurrir a los que, poco a poco, Android va incluyendo en sus smartphones y tablets. Todo muy familiar que, como decíamos, se puede entender de forma positiva o negativa.
Telegram como aplicación de mensajería
Dejando de lado sus características diferenciales, nos encontramos con una aplicación que nos permite tener conversaciones privadas, que incluso podemos autodestruir sin que la otra persona tenga posibilidad a hacer copia a posteriori. También podemos tener conversaciones en grupo, sin límite de participantes y enviar archivos de todo tipo.
Es cierto que lo que solemos compartir por este tipo de aplicaciones suele ser fotografías, vídeos cortos y notas de voz breves. Con Telegram podemos enviar todo tipo de archivos, desde documentos de texto de todo tipo a apk de aplicaciones Android. Tampoco hay límite en lo que se refiere al tamaño.
En las pruebas que hemos hecho de transferencias, cuando va por WiFi, con una conexión decente, no hemos tenido ningún problema. Sin embargo, a la hora de hacerlo con una conexión de datos se le ha atragantado un poco enviar poco más de 800KB por HSPA+.
Por lo demás, si que es tan rápida como presume: las notificaciones llegan siempre a tiempo, la conexión no se traba… Ya veremos en un futuro, si acaba teniendo éxito, si los servidores son capaces de aguantar tanta carga. A priori, en estos días que hemos estado haciendo pruebas, no parece que sea una aplicación que consuma mucha batería.
¿Qué es lo que le falta para triunfar? Lo mismo que a todas: tener usuarios
Telegram nos ha convencido como aplicación: hace sus funciones bien, da la seguridad que promete y además es más versátil que su principal competidor, aunque no es la mejor en este apartado. No es fea, aunque se parezca mucho a Whatsapp, y dan ganas de estar con ellas escribiendo.
Sin embargo, adolece del mismo problema que todas. Algo que va de serie y que sólo el tiempo acaba arreglando: que tenga usuarios. A día de hoy, sólo puedo contar a tres personas en mi lista, sin contar a los compañeros que se han prestado a ayudarme a probar la aplicación.
Tienen por delante la difícil, que no imposible, tarea de robarle usuarios a Whatsapp, Line, WeChat y compañía. Motivos no les faltan, tienen una gran aplicación, pero tienen mucho trabajo por delante para convencer al gran público de que tienen mucho que ofrecer.
Fuente: XatakaAndroid