bueno, llegó el día que muchos esperaban, recibiendo por fin al nuevo buque insignia de Samsung, el Galaxy S III, por lo que viajamos hasta Londres para conocer al recién llegado y contarte nuestras opiniones al respecto mientras todavía está tibio y recién salido del horno.
La verdad sea dicha, no existe una sola opinión respecto de este aparato tan esperado por los medios — y por qué no decirlo, de los fanáticos — quienes se dividían por distintas opciones sobre lo que debería traer este smartphone. Sin embargo, el conjunto de optimizaciones que se integraron en este teléfono no deja de ser más que interesante y, a la larga, terminó convenciendo a todos.
Diseño y materiales
En términos de diseño, la adopción de una línea dinámica y curva marca un quiebre interesante respecto a lo que estamos acostumbrados a ver en el catálogo autónomo de Samsung hoy por hoy. Después de ver esto, queda clara la inspiración tomada desde el Galaxy Nexus en cuanto a sus formas redondeadas, y hasta queda la idea que este equipo — con esta misma configuración — debió haber sido el teléfono emblema de Google.
De todas formas, es un aparato que exuda estilo por todos lados, y en el que — queda claro — hay una gran implementación de los años de investigación en el área materiales alternativos que entreguen un valor agregado distinto a un móvil de gama alta. En este caso, el recubrimiento de cerámica suena sensato, aunque tengo mis dudas sobre su resistencia a caídas y golpes accidentales.
El equipo además se siente balanceado en la mano. A pesar de su peso de 133 gramos, que no resulta del todo extra liviano en comparación con el modelo anterior, lograron hacer que al sostenerlo eso no se refleje por ningún motivo.
Lo más notable de todo esto es que lograron supercargar un teléfono de mejoras y nuevas prestaciones, agregar una pantalla más grande, y prácticamente mantener el tamaño… Ideal para que el cambio entre un modelo y otro no resulte tan chocante en términos de dimensiones.
Características técnicas
Quizás, técnicamente hablando, lo que más llama la atención del nuevo equipo es su procesador Exynos 4 Quad, que duplica el rendimiento de su antecesor. El procesador es de 32nm, corre a 1.4GHz y promete consumir 20% menos energía, lo que debería hacer que la batería — que por cierto es de 2.100 mAh — aumente su duración. Todo esto le permite a la surcoreana tomar distancia de su competencia y de si misma, empujando los límites anteriormente explorados en el área de sus propios desarrollos de chips.
Dentro de esta misma línea, la memoria RAM de 1 GB es acorde con el conjunto y no sobresale demasiado. El aparato saca partido de cada MB que Samsung le integró, y sigue sintiéndose como un aparato que funciona fluido y sin mayores cuellos de botella.
Convengamos que no pude probarlo mucho con aplicaciones realmente pesadas en el rato que lo tuve en las manos, y que en el Android Market tampoco hay muchas todavía para Ice Cream Sandwich, así que todavía podríamos profundizar más en este tema en un futuro W Labs.
Otra cosa atener en cuenta de este nuevo Galaxy es su pantalla de 4.8 pulgadas Super AMOLED HD. Si la del II era un grito de color y brillo, la nueva pone énfasis en lo mismo sin dejar de lado el contraste y la definición de la imagen mostrada.
Un detalle extra sobre la pantalla: De a poco Samsung deja de lado los colores sobresaturados e intenta acercarse a una gama más real. Bien por ellos.
La cámara es otro punto a tener en cuenta dentro del conjunto. Rapidísima, con buena definición y siempre lista para reaccionar gracias a su tiempo de inicio de menos de un segundo. Ofrece la promesa de una calidad superior a la de su antecesor y toda clase de configuraciones para personalizar la imagen que quieras tomar.
Poniendo como eje de todo este cambio un sensor retroiluminado y mejoras en la gestión de los recursos de la cámara vía software, estamos ante un buen contenedor que saca sus mejores armas contra la armada de móviles optimizados para fotografía que vimos en MWC. Esta es una foto tomada con el S III.
Profundizar en TouchWiz sería exagerar su presencia dentro del software. Al fin Samsung entendió que no debía hacer grandes cambios para implementar sus soluciones, y las dejó en un segundo plano para darle un look más similar a Holo. No quiere decir que no esté, pero es mucho menos invasivo.
Y escapando de lo de siempre, Samsung añade pequeños detalles en el Galaxy S III que resultan esenciales, como por ejemplo la introducción de eye-tracking en el móvil, que permite gatillar exitosamente algunos comandos como mantener la pantalla encendida al notar que estamos mirándola o saber que debe bloquear su orientación según la posición del ojo.
Sí, puede parecer algo mínimo, pero créanme que esto suma mucho en experiencia, y es tan simple y natural de usar que no se nota que está ahí… Sólo funciona, y se agradece.
La inclusión de funciones sociales más privadas también es una forma interesante de comenzar a consolidar la implementación de un ecosistema que sustente de mejor manera a los aparatos de la surcoreana, amalgamando de a poco cada cabo suelto dentro de su ambiciosa estrategia de integración.
Y sumándose a lo grande a una tendencia previamente consolidada entre usuarios intensivos, la llegada de Samsung a la nube abre lockers de 50 GB por teléfono. Sí, suena algo excesivo, pero la alianza con Dropbox podría dar frutos y — de paso — entregar una herramienta diferenciadora que podría empujar al resto a tomar medidas similares a futuro.
Conclusiones
La llegada del nuevo Galaxy S III quizás marque un precedente dentro de la compañía debido a su masividad y las grandes expectativas creadas dentro de una masa crítica que cada día se hace más grande gracias a la buena planificación con que se ha desarrollado la estrategia de terminales de gama alta de este fabricante.
El equipo cumple con su rol de generar una nueva era dentro de la compañía, aunque quizás esté algo lejos de definir a una generación, tal como plantearan algún momento el jefe de diseño de este proyecto tan secreto y estratégico.
Dejando de lado eso, el S III se enfoca plenamente en entregar una mejor experiencia de uso, lo que se nota poniendo en conjunto todo las mejoras sde software y hardware implementadas exitosamente. Quizás esto sea difícil de digerir en abstracto, pero hará mucho sentido cuando uno de estos caiga en sus manos.
Y para que eso pase no tendrás que esperar mucho, pues la definición de Samsung respecto a la fecha de lanzamiento de su nuevo equipo contempla a mercados latinoamericanos y europeos dentro de un evento global programado para el 29 de mayo, aunque gran parte de los países que nos leen lo verán llegar en algún momento indeterminado de junio. Paciencia, que vale la pena.
No fue nada fácil, ni tampoco amable el entorno — terminé a los codazos con colegas de quién sabe donde — pero acá compartimos contigo un video que grabamos rápidamente que te dará una ligera idea de lo que pudimos ver esta tarde de jueves en Londres. Nótese la prueba de Quadrant, donde este aparato simplemente mata a cualquier otro: 5440 y tantos puntos.
Sin duda, nos falta pasar más tiempo de calidad con el Galaxy S III para poder contarte todo lo que trae este móvil como corresponde, así que desde ya escuchamos tus preguntas para responderlas en el asombroso W Labs que pronto podremos realizar con este aparato que hoy acaparó las miradas del mundo. ¿Qué te gustaría saber?
Fuente: Fayerwayer
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